corredor verde pinchar en fotos para ampliar














Aquel fatídico 25 de abril de 1998 la prioridad era otra bien distinta. Un dique levantado a toda prisa la noche de la catástrofe salvó de milagro una de las reservas medioambientales más mimadas de Europa, el parque nacional de Doñana. La noticia se paseó por todos los informativos europeos. Casi nadie daba crédito a lo que estaba ocurriendo a las mismas puertas de Sevilla. El desastre se solventó gracias a un gran esfuerzo colectivo. El Guadiamar es hoy, de nuevo, un corredor verde, y su valle es un digno vigía del tesoro ecológico que conforma Doñana. Pero devolver esta zona a su estado anterior costó 90 millones de euros. Una iniciativa alabada por asociaciones ecologistas de medio mundo que, sin embargo, pusieron el acento en el increíble fallo que supuso no tener un plan de emergencia para la zona y en decisiones que nunca compartieron, como permitir la reapertura de la mina un año después de la catástrofe.


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